Quise participar en la segunda convocatoria realizada por Taller Colmillo, los cuales buscaban lanzar la segunda parte del libro Barrio Fino, impreso en risografía a 3 tintas máximo, en donde querían mostrar detalles de los barrios que habitamos donde las imágenes mostrarán las particularidades que pudimos haber vivido en ellos, sus formas sus colores, etcétera.
Fui uno de los seleccionados para hacer parte de está publicación, dándome la posibilidad de mostrar una calle que siempre me ha llamado la atención de Bogotá.
Todos las días/noches cerca a la 55 con caracas en Bogotá, se juntan, en un par de cuadras en Chapinero, los mejores artistas de calle que se van a encontrar; capaces de ofrecer shows personalizados desde mariachis vallenatos, pasando por boleros y bailes de 15, serenatas que cualquiera en su momento quisieran dar/recibir.
Un lugar que los medios de comunicación, al entablar contacto con ellos, se dieron a conocer como la playita, una serie de esquina entre compra y ventas, hoteles y moteles, estación de transmilenio, y sobre todo calle. Donde las personas encuentran un espacio para llevar música de puerta a puerta, llegando en sus grandes camionetas blindadas de ritmos, repletas con un abanico de repertorio que los equipara a una rockola de tienda en vivo.
